2018: la senda del poder…

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IMAGEN CORTESÍA ARENAPUBLICA.COM

Si algo demuestra las recientes elecciones es la imposibilidad de recuperación de Peña Nieto. Las encuestas lo vienen diciendo desde hace tiempo y los resultados del 5 de junio lo confirman. Es un ‘cadáver político’ pero Manlio Fabio Beltrones mantiene su lealtad: responsabiliza a la élite priista, no al Presidente. Lo segundo se evidenció es que el PRI está liquidado. Con un rechazo a Peña Nieto bordeando el 70%, no era fácil ganar la mayoría de lo que estaba en juego. La corrupción, la violencia delictiva y la impunidad rompieron el marco de seguridad del ciudadano de a pie, haciendo imposible la estrategia de ‘conservar lo que se tiene’. Porque lo que el ciudadano tiene es un altísimo nivel de inseguridad y de abandono. El sistema nacional revolucionario, fundado por Plutarco Elías Calles, tenía como ejes fundamentales el presidencialismo y el partido casi único, hoy desarticulados…

Manlio Fabio quedó atrapado entre dos ‘difuntos’, siendo severamente afectado su proyecto presidencial. En 2012 y 2015, se pudo ganar por la división del voto opositor, pero el desplome del Presidente y del PRI ante la opinión pública, rebasaron el margen de maniobra y ahí están las consecuencias. Lo vimos en otra entrega: abstencionismo o voto de castigo, sociedades divididas casi a la mitad o altamente fragmentadas por la polarización y volatilidad. También se puede apreciar en la segunda vuelta en Perú, que terminó con una diferencia microscópica entre Pedro Pablo Kuczynski y Keiko Fujimori, y en la confrontación entre la MUD y el chavismo encabezado por Nicolás Maduro, validándose más de un millón de firmas para el revocatorio (muy por encima de lo que exige la ley). Vayamos por partes…

“Refundación o naufragio…”

Manlio Fabio necesita hacer algo pronto o sus aspiraciones se hundirán sin remedio. En 2017 se votará para la gubernatura del Estado de México, cuyo padrón rebasa los 11 millones de electores. O queda como el artífice del triunfo o lo hará Osorio Chong. Beltrones tiene un pacto con Videgaray y Eruviel para impulsar a uno de ellos a la Presidencia, en detrimento del Secretario de Gobernación. Perder la gubernatura sería la prueba del naufragio total del PRI. No puede llegar a dicha elección tal y como quedó después del 5 de junio…

Siendo tan alto el rechazo a Peña Nieto y al PRI, no hay más: tiene que iniciar la cuarta etapa del Partido. El PRI debe desaparecer. Para quien piense que el tiempo es corto, le recuerdo que el PNR se fundó en 1929, cuando se votaba para elegir presidente. Al empezar la segunda etapa, cambiando a PRM, corría el año de 1938 (la sucesión presidencial fue en 1940). La tercera, cambiando a PRI, ocurrió en 1946, año de la elección presidencial. La diferencia estriba en que aquellas etapas se dieron con el Partido triunfante. Ahora el escenario es distinto: el poder presidencial se ha diluido, generándose un vacío; el hartazgo ciudadano aumenta y el PRI acaba de sufrir una derrota severa. Una cuarta etapa debe ser de refundación, no de simple tránsito. Carlos Salinas quiso convertirlo en el Partido de la Solidaridad, aconsejado por el malogrado Manuel Camacho Solís, pero la vieja guardia se opuso. De llegar a la elección mexiquense sin algo que ofrecer, Beltrones tendrá que optar por respaldar a Eruviel, que además será el gobernador saliente…

Beltrones debe sopesar bien el anuncio sobre las impugnaciones, pues Peña Nieto no debe quedar ante la opinión pública internacional como alguien que pretende esquivar la voluntad ciudadana con una negociación. Si anunciar un cambio a favor del matrimonio igualitario polarizó a los electores contra él y su Partido, argumentar que Aguascalientes se perdió por culpa de la Iglesia Católica empeorará las cosas. Por lealtad, Manlio Fabio no reconoce en público que Peña Nieto fue un imprudente a días de la cita en las urnas, donde el PRI salió perdiendo…

“El desmantelamiento…”

Hay que prestarle atención a la posibilidad de que el PRI sea desmantelado porque durante décadas se identificó con el poder, al grado de ser el único con presencia nacional. El pregonado nacionalismo revolucionario fue más pragmático que ideológico, y su posición autoritaria aglutinó diversas tendencias, entre ellas la populista y la tecnocrática. Más tarde, ocurrieron las rupturas. Primero Cárdenas y hoy López Obrador son la ruta del desmantelamiento populista. Al salir del PRI y pasar al PAN, don Máximo, gobernador de Puebla, se convirtió en la vertiente para desmantelarlo en línea pragmática. Al lograr los mejores resultados el 5 de junio, la tendencia a negociar con él se ha acentuado rumbo al 2018…

Pase lo que pase, López Obrador va por el tercer intento de conquistar la Presidencia. En tanto Mancera no se reposicione, el PRD se decantará por un  acuerdo con el PAN y los partidos pequeños tendrán que pactar con alguien, siendo el poblano la primera opción que contemplan. De hecho, en Puebla ya comenzó el desmantelamiento del PRI. Vamos a ver si el gobernador replantea su presencia ante el electorado en general, porque se ha centrado en el forcejeo del voto duro y las estructuras partidistas…

Ricardo Anaya, que viene de lograr el mayor triunfo del PAN en una misma elección, apuesta por aglutinar a sectores pragmáticos y al panismo tradicional. Aunque se fortalezca hacia afuera del Partido, su primera opción será que la selección del candidato sea cerrada (sólo panistas). La razón es muy sencilla: anular de entrada a Margarita Zavala para empujar al panismo tradicional a aliarse con él. Las señales apuntan a que los tradicionalistas se van a fortalecer hasta donde puedan para negociar con el más viable…

Margarita Zavala, que goza de simpatía dentro y fuera del PAN, tiene el problema de que don Máximo y Anaya preferirán un proceso cerrado. Llama la atención que Fox la apoye, cuando anduvo a la greña con Felipe Calderón. Si la sucesión presidencial adquiriese un perfil de voto duro, llevarán ventaja sus dos competidores. Debido al alto índice de rechazo, tanto a López Obrador como al que resulte del PRI, igualmente les será más cómoda una elección a base de estructuras partidistas…

“Venezuela: dos mensajes muy claros…”

Finalmente la autoridad electoral validó una cifra contundente de firmas para el revocatorio. Esta semana ha sido de más protestas y presiones internacionales. Los chavistas salieron a la calle pero es imposible contener a la ciudadanía cuando anhela una vida digna. Insisto: la escala ciudadana es una cruzada nacional que no se agota en los partidos. Muy lejos de una presunta conspiración que sólo existe en la enfebrecida mente de Nicolás y Diosdado. Es evidente que nadie aguanta más y el mensaje ciudadano es diáfano: Maduro debe dejar el poder, para que los venezolanos decidan quién y cómo deben ser gobernados. Vendrán días difíciles y de tensión, pero la pesadilla populista vive sus últimos días…

El Parlamento Europeo le ha hecho saber a Maduro que debe respetar la Constitución y efectuarse el revocatorio antes que termine 2016. Se descarriló su intención de nombrar sucesor sin convocar a elecciones. Más todavía: le exigen la pronta liberación de los presos políticos, previo al diálogo con la oposición. Viene el proceso de validación mediante huella dactilar y, luego, reunir 4 millones de firmas adicionales. La AN le ha solicitado su partida de nacimiento para determinar si su nacionalidad es fraudulenta o doble. Su posición es insostenible pero ha enloquecido y lanza amenazas a la población. Nicolás se siente protegido por una sociedad secreta de santeros de origen cubano, mismos que se terminaron peleando con la masonería y no se percata de sus pocos seguidores. En breve empezará la diáspora de chavistas que tienen cuentas pendientes con la justicia. El reciente viaje a Cuba se interpretó como pretexto para ir a negociar que lo reciban al caer…

Desesperado, el chavismo desembocó en lo que sabíamos de antemano: sacrificar a Maduro y a Cabello, tratando de salvarse. Lo publicado por Heinz Dieterich, ex asesor de Hugo Chávez, no deja lugar a dudas: “Solución sandinista o golpe militar”. Da por sentado que Nicolás dejará el poder y hay que determinar el camino. Parte de que el hambre lleva a la rebelión y los saqueos son el termómetro que anuncia el estallido generalizado. Afirma que no hay forma de salvar a Maduro y propone evitar el revocatorio convocando a elecciones para 2017. Lo que busca Dieterich es ganar tiempo para que el chavismo civil afronte las elecciones que irremediablemente perderá. La clave está en acordar con Capriles (con la mediación del Papa, la IS, UNASUR y Washington) que Maduro renuncie antes de fin de año y que no se cambie la cúpula militar, ni a sectores de la policía, en un lapso de seis años…

El argumento de Dieterich es revelador: un estallido llevaría al régimen militar y “la vieja clase política pre-Chávez no puede estar seguro de que les vaya a ir muy bien”. De no aceptar Maduro y Cabello, el levantamiento social llevaría al golpe militar y “tampoco pueden estar seguros que sus antiguos aliados les tratarán con guantes de seda”. Es decir: a la oposición y al chavismo les iría muy mal. Las palabras del profesor alemán, residente en México, reflejan lo que hemos visto en otra ocasión: ha ocurrido una fractura en la masonería castrense, entre la élite y el resto de la oficialidad (generales y coroneles, especialmente). Las logias lautarinas que componen la base operativa del Ejército, también tiene cuentas pendientes con Nicolás, Diosdado y el chavismo civil. Con la oposición no tienen ‘facturas por cobrar’ propiamente, pero la sojuzgarían. Dieterich propone que la MUD asuma el poder y recurra al chavismo castrense y policiaco como ‘escudo’ ante el riesgo de un golpe militar. Si lo vemos bien, lo que está en juego es la vida de los chavistas, empezando por Maduro y Cabello. Se avecinan días muy delicados. De ser liberados los presos políticos, un eventual acuerdo tendría que incluir a Leopoldo López…

Hasta entonces…

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2016-06-09/2018-la-senda-del-poder

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