Viktor Orbán, de Hungría, y otros políticos europeos de derecha celebran el regreso de un presidente de EE. UU. que comparte sus opiniones severas sobre cuestiones como la migración.
Durante meses, los medios de comunicación húngaros publicaron artículos en los que se ensalzaba a Donald Trump y se ridiculizaba a Kamala Harris, descrita en un titular como “extremadamente desagradable”.
En octubre, el líder del país prometió abrir “varias botellas de champán si Trump vuelve”. Y luego, cuando los votantes de EE. UU. acudieron a las urnas, decenas de sus partidarios se reunieron para una fiesta de celebración en Budapest antes incluso de que se conocieran los resultados.